(COLABORACIÓN ESPECIAL: PIERNODOYUNA)
CUESTIÓN DE PERSONALIDAD
Poco argumento, guión previsible, mucho actor de reparto y poco talento entre los protagonistas… Termina la liga y todos salimos de la función con cara de indiferencia, lamentando no haber pasado a ver otra película.
No sé… quizás algo con más personalidad, que al menos de lugar a la crítica: Un clásico de los de Capello, una de remontadas, la comercial de rubitos y guapotes, o esa de brasileños que cantan y bailan que tanto gusta a los niños hasta que empieza a hacerse empalagosa.
Un vistazo a la cartelera y aparecen como directores Schuster y Rijkaard. Basta con verles la cara cada vez que aparecen en público para entender el poco entusiasmo que despiertan entre sus aficionados.
El debate Schuster– Capello terminó por llamarse el debate Capellistas - no Capellistas en cuanto empezó a sonar vacía la palabra excelencia. Rijkaard se va con un puñado de títulos sin apenas crear debate o controversia.
La conclusión que todo el mundo emitió de este campeón de Europa en el día de su despedida fue:“Raijkaard ha sido todo un caballero” ... Bueno, Frank, podía haber sido peor, podían haber destacado tu elegancia al vestir.
El Oscar para Pellegrini, que en el reparto aparecía como actor secundario.
Me ahorraré en este análisis de personalidades en el que quiero convertir este artículo, el hacer demasiadas referencias a los presidentes. Sobre Calderón me reservo para otra ocasión mis conclusiones.
Por un lado todos pensamos: Con él de presidente, un socio del Barça de entrenador y Mijatovic de director deportivo: ¿Cómo es posible?.
La suerte nos suele servir de justificación para casi todo, pero lo cierto es que Calderón da la sensación de ser ese tipo que si te hiciera la declaración de la Renta, sabrías seguro que al final te saldría a devolver… y si hay algo en lo que todos estamos de acuerdo es que en los impuestos no hay suerte que valga. ¿Mira si resulta ser un iluminado?
Si de Ramón Calderón todo el mundo tuvo la sensación de tenerlo ya calado desde el principio de su mandato, a Laporta los resultados de estas dos temporadas le han hecho que olvidase en demasiadas ocasiones ponerse la careta que cubría el perfil menos “yuppie” de su cara.
Algunos de estos gestos recuerdan a los delirios de grandeza del florentinato, con la diferencia de que el ex-presidente madridista se obsesionó creyendo tener el club que representaba al Universo en su totalidad y Joan lo hace pensando que su club es el representante de, según sus palabras, “un país entre Francia y España”.
Difícil enfocar su razonamiento en la era de la globalización donde los jóvenes canterazos que salen de la Masía se apellidan Messi, Krkic o Dos Santos. ¿Será otro iluminado?.
Si al empezar la temporada todo el mundo veía al Barcelona como la plantilla mejor configurada y con el mejor estilo de juego, ahora no sería justo cargar toda las culpas sobre presidente y entrenador más allá de las divagaciones de uno y la falta de recursos del otro. “Rápido y al toque” diría Frank a un Barcelona que empezó a jugar lento y al pié.
La personalidad de la plantilla cambió. La samba de Ronaldinho y los rugidos de Etoo, han dejado de sonar para instalarse el vicio y el pasotismo. En otro momento hablaremos del Brasileño, que ha iniciado un viaje en el mismo barco que los Ronaldo, Romario o Adriano. Y es que tanto silencio, ausencias y reconocimientos médicos en secreto están dando como poco que pensar… y eso que a día de hoy nadie quiere o se atreve a hacerlo en voz alta comparando sus problemas con los de otro astro que tiempo atrás también vistió la camiseta número 10 del Barça antes de volar hasta Italia.
Lo que faltó en Barcelona abundó en Madrid. Uno se imagina el vestuario con Casillas, Sergio Ramos y Raúl llamando al orden sin tener que mirar ahora de reojo a ver si hay un papá Florentino que diga “a mi niño no se le grita”. Un equipo con más personalidad que juego. Esta Liga remaron todos en la misma dirección, aunque fuese en diagonal, para llegar a la orilla con muchísima ventaja.
Sobre Raúl no pienso debatir nunca más. Ya lo he defendido en demasiadas ocasiones: Raúl o Guerrero, Raúl o de La Peña, Raúl o Del Piero, Raúl o Mendieta, Raúl o Rivaldo, Raúl o Ronaldo. No me parece justo, yo siempre perdí el debate y Raúl ganó todo lo demás.
Aragonés, a quién yo apoyo en su decisión de llevar a quien él vea oportuno, decidió llevarse a Raúl hace dos años al mundial de Alemania, porque a pesar de salir de una lesión y estar bajo de forma aportaría experiencia y personalidad. Y no se equivocó: A España se le subió a la cabeza la victoria con Ucrania y todo el mundo pedía “jugones”. Todos menos Raúl al que le parecía un disparate salir así ante el centro del campo de la selección de Francia, nuestro rival en aquel cruce. Luis quita a Raúl en el minuto 9 de la segunda parte, los franceses remontan y ganan 1-3, y llega el “Ya os lo dije yo”del madridista. Desde entonces a Luis le sobra la experiencia y personalidad de Raúl.
Dudo si Aragones será capaz de transmitir carácter y compromiso. De estilo mejor no hablar, porque empezaremos jugando a una cosa y acabaremos jugando a otra distinta, a veces mejor, para tropezar en el escalón de siempre. Los jugadores españoles, como los aficionados, suelen ser comprometidos con la causa cuando juegan en su club. Ojalá y alguna vez el seleccionador del equipo nacional sepa sacar este compromiso de todos sus jugadores también para la selección.
Como despedida os dejo de regalo este video de Matthew Le Tissier. A muchos ni les sonará este jugador que es todo un ejemplo de ese compromiso y amor a los colores de su club (Southampton), al que decidió no abandonar pese haber podido dar el salto a un equipo grande. “Le God”, a parte de las exquisiteces que nos dejó como jugador, aporta un dato demoledor: En sus 16 años en la Premier League lanzó 50 penaltis, solo falló uno.
Que disfruteis, hasta la próxima...
MorenoKB
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